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Filolaberinto

Diario boliviano

Desde Cochabamba

Desde Cochabamba Por fin tengo un rato para escribir unas notas. Llevo ya 5 días en Bolivia, bien intensos. El viaje fue largo, con retraso en la salida desde Madrid, noche en hotel esperando el siguiente vuelo, pérdida de la conexión entre Santa Cruz y Cochabamba... Pero tras muchas horas de espera...(leer más)

Televisión

Ayer nos llegó el primer aviso de amigos bolivianos recomendándonos no viajar por ahora al país. Es la primera vez que esto se plantea. Las noticias van apuntando a lo peor. Me quedo helado. Por el viaje, por la situación en el país, por la gente que conozco allí y que no sé cómo saldrán de todo esto. Ayer veo de refilón en un programa llamado pecado original una noticia sobre Bolivia. Es un programa de humor que caricaturiza a los personajes principales de la política nacional e internacional. De repente aparecen las imágenes de Mesa renunciando al cargo y pidiendo desprendimiento. Un comentarista estúpido, con voz de payaso, ridiculiza la frase. Dice que no le extraña que ante ese discurso los bolivianos tiren piedras. A continuación, aparecen imágenes de combates en las calles. Se me revuelve el estómago y me doy cuenta de esto: ¿cómo frivolizar con algo tan serio, con una situación en la que la gente se está jugando la vida? Sólo porque se ve desde fuera. Pero ¿de verdad estamos fuera? Programas como ese, y tal vez la televisión, nos sirven para creer y hacernos la ilusión de que la injusticia, el desprecio, la indignidad, están fuera y que no nos tocan. Y también para creer que aquello es solo horror, cuando no es así, cuando hay protesta justa, indignación ante lo intolerable, valor, esperanza. Durante unos días no podré ver la televisión.
¿Cómo estarán Raquel y su familia, Lucho y los suyos, Oscar, los voluntarios que conocí en el Alto? Y los niños de kidlink , y Silvia y los amigos de Kami.
Tomado de "Diario Boliviano" en kamibolivia.blogspot.com

Billete y vértigo

Lolín me entregó este sábado el billete de avión. Esto significa que el proyecto es una realidad, que no se trata de una posibilidad fantástica ni imaginaria: tiene fecha concreta de realización. A esa certeza le acompaña una ligera (o menos) sensación de vértigo. Lo comentaba el otro día con Lourdes (a lo mejor pasa el verano en Inglaterra). Es normal tener esa sensación. Viajar no es solo desplazarse en el espacio, por ahí fuera, sino también por dentro de uno mismo, recorriendo los límites y las fronteras de nuestro interior, allí donde lo desconocido también nos hace señas. Fuera y dentro van de la mano. Viajar puede ser, entre otras cosas, ponerse a prueba uno mismo y eso da vértigo. De repente, me viene el recuerdo de un texto de Kavafis: "Ítaca". Más tarde pensaré por qué.

Diario boliviano

Diario de un viaje (1).
Vuelo a Bolivia por segunda vez. Dentro de unas semanas tomaré un avión que me dejará en la ciudad de Cochabamba y desde allí emprenderemos el camino hacia un colegio de J-M en Kami. Sin embargo el viaje ya ha comenzado en estas notas.
Escribir el diario de un viaje sirve para revivir experiencias y así prolongar en el tiempo su influencia, y también para anticiparlas y comenzar a saborearlas aunque todavía no se hayan hecho presentes. Escribir nos sirve así como un modo de enriquecer nuestra vida, abriéndonos a su influjo, dejándonos impregnar por sus posibilidades. Una realidad aún por venir pero que se insinúa en el horizonte comienza ya a rodearnos, como una atmósfera clara que poco a poco nos envuelve. Y así nos sucede con este viaje. Saldremos para Bolivia a mediados de Julio, pero el viaje ya se filtra en nosotros como el agua en una tierra sedienta. Queremos vivirlo, sí, pero una vez nos sabe a poco. Queremos vivirlo una y mil veces más. Por esa razón enlazamos palabra tras palabra en este diario para que el viaje, del que no conocemos muy bien cuándo comenzó, tampoco tenga un final.